A la EM se la llama la enfermedad de las mil caras. Los que la padecemos entendemos el porqué, sin contar los brotes, de continuo se manifiesta de muchas formas y algunas muy extrañas: Sensación de frío en una sola parte de la pierna, sensación continua de que tengo un musculo en tensión y que nunca se relaja causándote presión, que resulte incomodo que me acaricien en algunas partes del cuerpo o que me toquen sin darme cuenta, incluso que me moleste la propia ropa o tener que tocarte para estar segura de que me he quitado el sujetador, son algunas con las que convivo yo.
Una vez en el campo me roce en las pantorrillas con una planta que produce picor, en mi, la sensación se potencio de forma exageradísima, pareciendo que me había quemado las piernas, me puse muy nerviosa por el temor de que no fuera a desaparecer, pensamiento que no ayuda, pero por fortuna desapareció. Esto hace en mi caso, que cuando tengo cualquier sensación extraña me ponga en tensión y alerta, y me cuesta distinguir lo normal de lo que no. Siempre pregunto a los demás: «¿sientes esto o lo otro?…». A parte te encuentras con la situación tan cotidiana de tener que explicar que te ha pasado, cuando ni tú mismo encuentras las palabras.
Estas cositas pueden parecer insignificantes para algunos, pero hacen que tengas que hacer un gran esfuerzo de continuo por estar tranquila y asumir o llevar tus síntomas. No es la molestia o la sensación en si, es el temor de que empeore, pues es el reflejo de que la enfermedad esta en activo. Por eso insisto tanto en este blog de lo importante de estar calmado y relajado. Al igual que los factores que nos entretienen y enriquecen, como los amigos, la familia, el arte, el deporte..
Estas obligado a tener un continuo equilibrio entre estar alerta y no obsesionante.
La información desvirtuada y alarmista que hay por internet, no ayuda en nada a esto. Yo leí hace 14 años, que a los 5 años me iba a poner peor, mucho peor, no fue así, después que a los 10, y tampoco, ahora lo ultimo que pasados 15 años… a ver que pasa. En otros artículos que si te la detectan a los 20 años, malo, en otros que si es a los 40, peor… A parte enumerar todo lo malo que le puede ocurrir a una persona con EM, dando cifras y estadísticas para demostrarlo y por supuesto acompañándolo de una fotito triste, lo único que consigue es dar miedo y ansiedad, sin ningún beneficio ni aportación. Curiosamente en todos estos artículos que he encontrado no he podido decirles mi opinión, solo dan posibilidad de compartir y ningún sitio para poder escribir, curioso.
Es cierto que con el tiempo aprendes a obviar lo que no te interesa, pero al principio, que aun no sabes nada, es difícil enfrentarse a ello.
La única forma de combatir todo esto es cuidarnos mucho, física y mentalmente, comunicarnos entre nosotros para contarnos y compartir la realidad y dar a conocer la enfermedad para que las personas sepan y entiendan.
Un abrazo
Un comentario en “Buscando el equilibrio”